Lo que no se dijo

Captar en lo que se ha escrito el síntoma de lo que se ha callado”. Nietzsche

Esa es tal vez la mejor forma de analizar el mensaje de anoche del gobernador Pedro Pierluisi, enfocarnos no en lo dicho, sino en lo que ha callado.

Y es que, ante un mensaje anual de estado, lo esperado sería una breve relación de dónde estamos, hacia dónde vamos y qué estamos haciendo para lograrlo. Por el contrario, estos mensajes se han convertido en letanías perpetuas, en celebración de logros inconexos o superficiales, en aplausos ensayados o a destiempo, es decir en un discurso cuyo objetivo es distraer y entretener más que señalar el camino.

Entre las letanías de anoche resalta el vago intento de convencernos de lo que no hay en el tema económico. Y lo que no hay es un plan concreto y coherente para reactivar nuestra economía, la pieza que todos los conocedores reconocen que está ausente.  

Reconozco que, en cuanto a esta ausencia en un momento de la noche, dudé. Dudé por sentir en un momento dado que en efecto si existe un plan de desarrollo económico y este es gastar fondos federales a dos manos y cuando se acaben buscar más. Igual que el carro viejo que hay que “jumpear” todas las mañanas con el auto del vecino, “pa´ que arranque”.

De igual forma, reinó la ausencia en cuanto a un plan concreto para reducir nuestra dependencia y nuestra agonía con el petróleo. Más allá de la moratoria temporera de la crudita, propuesta que adoptó del Senado, no oímos cómo se va a atacar la raíz del problema. ¿Si tanto nos afecta el precio de la gasolina acaso la mejor forma de aliviarle el bolsillo al conductor puertorriqueño no sería promover agresivamente la transición a vehículos híbridos y eléctricos?

De igual forma, ¿cómo se adelanta más la transición a la energía renovable, tratando de alterar el DNA del dinosaurio de la AEE para convertirlo en oveja, o movernos agresivamente a subsidiar de forma masiva la instalación de placas solares en los techos? De seguro así podremos echar al olvido los escalofríos mensuales que nos provoca la factura de la luz.

De la educación pública del país ni hablemos. Parece ser que al reabrir las escuelas ya estas dejaron de ser un problema y pasaron a un segundo plano. Pero ahí sigue, como llano en llamas un Departamento con tasas de deserción, ausencias crónicas, tardanzas recurrentes que explican el porqué del fracaso del sistema. Ante esto cerramos los ojos mientras nuestra juventud se desangra.

Estas son solo tres las áreas donde el silencio fue ensordecedor o se nos trató de distraer con avances y logros que no enfrentan las raíces del problema.

Para sazonar todo lo que no dijo hay que resaltar lo que dijo, pero no hizo, ya que como dicen en el campo el gobernador trató de ganar indulgencia con escapulario ajeno. En ese intento se adjudicó iniciativas legislativas como el Salario Mínimo y Crédito por Trabajo. Así como otras iniciativas federales con las que no tenía nada que ver, tales como Crédito por Dependiente y adelantos tecnológicos que ya se habían completado al momento de él llegar como el Cesco Digital.

Si el gobernador no es bueno hablando, que ya sabemos que no lo es, pues que actúe. Ya lo dijo Hostos, “no hay peor cosa que perder el tiempo de la acción en la palabra”.

Juan Zaragoza Gómez – Senador PPD
Publicado en 30/03/2022 en El Vocero