Respiro hondo. Me cercioro de tener cerca un poco de agua y café por si surge la emergencia. Miro a los ojos a los deponentes: Fermín Fontanés, director ejecutivo de las APP; Gil Enseñat, presidente de la Junta de la AEE, y el representante del interés público, Tomás Torres Placa. Sin más, suelto la pregunta: una vez esté corriendo el contrato de privatización de la generación de energía con New Fortress/Genera y se hayan transferido los empleados que sean de la AEE a la privatizadora, ¿quién estará a cargo de la supervisión de este contrato y del de LUMA?
Torres Placa se sonríe mientras Gil Enseñat me evita con su mirada. Un envalentonado Fontanés hace suya la pregunta, como el que se saborea en anticipación la victoria, y dispara. “Lo supervisarán los mismos que supervisan a LUMA; es decir, el Negociado de Energía y nosotros, la APP”. Contesta con la certeza de que su contestación arropará a la audiencia de una sensación de tranquilidad. Contesta y la vez muestra gran orgullo por lo hecho hasta ahora supervisando y fiscalizando a LUMA.
Lejos de ser un baño en el mar de la tranquilidad, su contestación provoca una combinación de sorpresa y sonrisas de indignación. Alguien entre los espectadores seguro pensó: “Todo está perdido”.
Titubeo entre el agua y el café. Opto por la cafeína, que nunca falla. Disparo otra pregunta: ¿Cuáles son los riesgos de New Fortress o Genera en este negocio? Es decir, ¿corren el riesgo de perder dinero o sencillamente esto se reduce a si ganarán mucho o ganarán poco? Contreras busca continuar su imaginaria buena racha ante la contestación magistral de la pregunta anterior y empieza a divagar con detalles del contrato, girando como un torbellino hacia el vacío. Luego de su diatriba, lo felicito por su historia, pero le aclaro que eso no fue lo que le pregunté.
Fontanés vuelve a la carga demostrando que estaba perdido en el laberinto de las cláusulas legales del contrato, pero que no entendía “el negocio” que estaba defendiendo. No lo entiende y, peor aún, daba la impresión, al restarle importancia a la pregunta, que no le interesaba saber.
Vuelvo al ataque con la intención, no de que me confundan con la madeja de cláusulas legales, sino de todo lo opuesto, entender los fundamentos básicos de este negocio en el que la APP estaba metiendo a la AEE. Respecto a los $22.5 millones de pago por los servicios básicos de Genera, sin contar las bonificaciones a la cual esta es merecedora —algunas de las cuales son por hacer cosas que PREPA siempre debió estar haciendo— le pregunto: ¿Cuánto le cuesta a la AEE administrar hoy esas operaciones que otro administrará mañana?
Esta pregunta, les indico que surge del principio constitucional de “dos más dos siempre da cuatro”. Es decir, que si yo corro una operación hoy y te la transfiero a ti para que la corras y, además, tengas una ganancia, pues la ecuación no da cuatro, sino que da cinco. Contreras titubea ante la compleja ecuación algebraica y comienza otra diatriba sobre el presupuesto, asegurando que, en esta ocasión, dos más tres daría cuatro.
Para lograr una privatización efectiva es imprescindible que el gobierno entienda y pueda explicarle con claridad al País por qué esa propuesta es buen negocio para Puerto Rico. Además, por ser un servicio esencial, es imprescindible que se establezca la estructura necesaria para la fiscalización y supervisión continua de dichos servicios. De no ser así, estaremos llevando al país a saltar al vacío, pero sin paracaídas.
Juan Zaragoza Gómez – Senador PPD
Publicado en 08/02/2023 en El Vocero